Del mar al cielo

Le gustaba perder la vista en el horizonte. Soñar, volar, siempre mirar hacia delante, nunca hacia atrás. Construir castillos en el aire, perderse. Observar la línea azul del mar, mirarla fijamente, hasta que se une con el cielo. Del mar al cielo, confundirse y hacerse uno.
Nos complementábamos. Él era mar, yo era tierra. Él era cielo, yo era suelo. Él era sueño, yo realidad. Él espíritu, yo cuerpo. Él voló, yo me quedé.


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